Dejé una novia sin saberlo que me amó.
La vi inalcanzable en su tiempo
y cuanto sufrimiento en mi largo peregrinar.
Crucé maresy montañas, ríos y volcanes
me nutrí del Caribe lo mismo que Los Andes,
del Polo Norte y de la Península Ibérica,
de Miami y de Londrés,
me tosté en la nieve y en el Mediterráneo
bañe mi espigada figura en el Pacífico y en el Atlántico.
Desierto de Africa y la Selva Amazonas.
Iglesias de Finlandia y de Puerto Rico.
Castillos de Lituania y la Isla de Margarita
Cementerios de Suecia, Mausoleos de Chile,
Campo Santo de Caripito y de Lo Abarca.
Aeropuertos de Lisboa y Lima.
Estadios de Alemania y Ecuador
Catedrales de Sevilla y Roma
En todos los sitios estuvo en mi memoria
y en mis relatos, no dejé de mencionarla.
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